1 SET—NOV 2018

La resistencia del trabajo

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Ilustración: @le_pench

CONTENIDO

PRESENTACIÓN

Abelardo Sánchez León, Balo para los amigos, fue el último director de la ya legendaria revista Quehacer en su formato impreso. Desde aquellos tiempos en los cuales la palabra o la imagen solo eran posibles si éstas se imprimían en un papel y si olían a tinta fresca. Balo en el editorial de despedida del Quehacer impreso dijo: "...Quehacer sí se veía a sí misma como la revista de la izquierda. De una izquierda que realmente existía y que necesitaba de un órgano que no fuese un vocero partidario, tampoco una revista de ONG y, menos aún, un boletín o un panfleto de una de las diversas facciones de la izquierda peruana".

Y es cierto. Quehacer siempre fue o intentó ser una revista de izquierda. Primero, como bien dice Balo, para una izquierda "que realmente existía". Luego, en la búsqueda de una izquierda que el país hasta ahora necesita. Y más tarde como una revista que mira de manera progresista los problemas del país, del mundo y de la cultura. Por eso Quehacer siempre fue una revista de izquierda más allá de los cambios de contexto y de personal.

Pero también fue —y Balo lo dice— una revista que aspiraba, como hoy también, a ser respetada, consultada, como una suerte de reflejo de lo que fue una generación que quiso cambiar el mundo. Que se hizo con cariño y de manera solidaria y hasta festiva, más allá de encuentros y desencuentros. Por eso es bueno recordar a todas las personas que contribuyeron a que Quehacer saliese de manera ininterrumpida. En especial a los que se fueron, dejando cada uno de ellos una manera distinta de hacer las cosas y mirar el mundo: Henry Pease, su fundador; a Federico Velarde y al gran Juan Cancho Larco, su eterno editor. Salimos 195 veces. La última en noviembre de 2014. La primera casi a fines de 1979. Duramos 35 años. Más de dos generaciones pasaron por la revista.

Hoy, desco vuelve a publicar Quehacer, luego de casi cuatro años de ausencia. Lo hace con el mismo espíritu con el que nació: ser una revista que se mueve en una franja de izquierda, crítica y progresista, términos todos ellos difíciles de definir en estos tiempos un poco confusos y acelerados. Por eso hoy que publicamos este Quehacer virtual lo iniciamos con un tema siempre presente en el pensamiento crítico: el trabajo. Luciana Castellina, una militante de la izquierda italiana, ha recordado en un reciente artículo ("La izquierda invisible": El País: 23/08/18) que la legitimidad de la izquierda, sobre todo en los países más desarrollados, reposó en su capacidad de representar políticamente los intereses sociales y valores de la clase obrera, es decir de los trabajadores. Hoy somos conscientes, como lo dice la misma Castellina, que esa clase obrera (o trabajadora) pasa por un momento de mutación, por no decir de descomposición. En parte, por las nuevas tecnologías, "pero sobre todo a causa de una deliberada voluntad de demolerla". Sobre este proceso hay evidencias abundantes. No es casual que la primera tarea de las nuevas políticas económicas, en casi todo el mundo, sea la flexibilización del mercado laboral y el intento por doblegar o desaparecer los sindicatos de los trabajadores. Pero el trabajo está ahí, resistiendo, Por eso decidimos abordar este asunto desde diversas perspectivas, temáticas y problemas, con la clara intención de resituarlo en el debate de ideas y de prácticas sociales en el mundo de hoy.

También publicamos una entrevista a Maruja Barrig sobre los desafíos que hoy produce este nuevo despertar del feminismo en el mundo. Así como otros temas sobre las elecciones regionales, el fujimorismo en las regiones, la corrupción y la famosa "puerta giratoria". Un balance crítico y exhaustivo sobre el estado actual y futuro del cine peruano.

Finalmente queremos agradecer a quienes han hecho posible esta nueva aventura, en especial este primer número, que busca ser una revista pensada y hecha por jóvenes, hombres y mujeres. En este número han participado varias personas que sería largo nombrarlas. A todos ellos y ellas gracias. Queremos agradecer en especial a Molvina Zeballos, Presidenta de desco que siempre alentó la publicación de un nuevo Quehacer. Así como a Enrique Fernández Maldonado y a Carlos Mejía editores invitados en este número. También a Mónica Pradel, persona insustituible y guardián de la tradición de esta revista, y a Teresa Cabrera. Con este nuevo Quehacer empieza una nueva época. Una suerte de "año cero". Un nuevo comienzo. Por eso este es el número 1 de una revista que será virtual y que saldrá tres veces al año. Pedimos a quienes nos siguen no solo que nos lean, sino que también colaboren, con sus comentarios y si es posible con su pluma, en este esfuerzo que mientras más colectivo sea, mejor será su resultado.

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