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Cultura

Sinesio López o la imaginación de otro Perú

Sinesio López o la imaginación de otro Perú
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Una nueva edición de El Dios Mortal, libro emblemático de Sinesio López,1 es motivo para proponer un recorrido de la trayectoria de su autor, quien hoy, a los 81 años, continúa produciendo, en un claro ejemplo no sólo de formidable empeño sino de lucidez intelectual, que ojalá nos asista en su momento.

Sinesio López termina de estudiar en la Universidad de San Marcos a fines de la década de 1960 y es por edad el último de los sociólogos fundadores de la disciplina en el Perú, y quien, creo, culmina en muchos sentidos la obra de sus dos grandes antecesores y maestros: Aníbal Quijano y Julio Cotler, también sanmarquinos. Al igual que ellos, toma como campo de especialidad la sociología política, contribuyendo de manera decisiva a establecer los fundamentos del análisis político en el Perú.

Sinesio López ha sido mi maestro, pero con la diferencia que supone la distancia generacional. Recuerdo haber tenido que esperar durante años para que las circunstancias de la vida me permitan dar el curso de sociología política en la Escuela de Sociología de la Universidad de San Marcos, que la jubilación y otras tareas de los mayores dejaron vacante. La estela de ellos y especialmente la de Sinesio, más cercano por amistad y militancia, siempre ha estado presente.

Me siento parte de la aventura intelectual de Sinesio, que paradójicamente no me dio ningún curso formal en la universidad, pero a quien conocí en la militancia, desde la izquierda revolucionaria de la década de 1970, pasando por la experiencia de la revista El Zorro de Abajo y la Izquierda Unida, hasta el trabajo conjunto y tenaz por contribuir a la construcción de una ciudadanía desde abajo, como decía Carlos Iván Degregori. En todo este periplo, la conversación infinita sobre lecturas y temas comunes de la sociedad y la política en el Perú y en América Latina ha sido nuestro espacio de encuentro y para mí, de formación.

Intentaré bosquejar en las siguientes líneas lo que considero es el argumento que desarrolla Sinesio López en El Dios mortal. Estado, sociedad y política en el Perú del siglo XX, en la medida en que es a mi parecer la base de su trabajo posterior, en especial en Ciudadanos reales e imaginarios.2 En la sociología política, tomando de los clásicos y en especial de Nicolás Maquiavelo, en la versión que nos brindan Schmitter y Blecher,3 el análisis político no es otra cosa que establecer la relación entre la necesidad, la virtud y la fortuna; es decir, en términos modernos entre la estructura, la agencia y la contingencia. La estructura se refiere a las bases económicas, sociales y políticas de la sociedad, es lo que se constituye a través del tiempo largo, lo que se supone que tiene que pasar, pero sola no explica lo que pasa; la agencia es la voluntad que desenvuelve la estructura, pero no es suficiente para terminar de explicar los fenómenos y la fortuna es la contingencia, lo imprevisto, la sorpresa; que termina de explicar las cosas y hace honor a los dos términos: la sociología y la política. En esta sinfonía se mueve Sinesio.

¿Cómo quedan los antecedentes? Aníbal Quijano llegó a la cima de la sociología, no sólo peruana sino mundial en una dilatada carrera que extendió casi hasta el final. Señaló el núcleo de la estructura en la que nos movemos: la colonialidad del poder,4 que como teoría hasta ahora no tiene detractores de fuste, pero miró a los actores de lejos y, más todavía a la contingencia. Lo entiendo, era un sociólogo de las estructuras. Julio Cotler, brillante en sus diez años aurorales, de La Mecánica de la dominación interna y el cambio social en el Perú (1968), hasta su opus magnum, Clases Estado y Nación en el Perú (1978), deslumbra en estos años al establecer las relaciones de la sociología académica en su obra como no había ocurrido antes en el Perú; pero después se apaga y vive del gran capital académico que acumuló. ¿Por qué? Le dejo la interrogante a los expertos de la historia intelectual. No lo entiendo. Sinesio López se nutre y a la vez sale invicto de estas herencias.

En El Dios Mortal… Sinesio López acomete por los distintos lados del argumento. Abre con dos textos de primerísimo nivel, pero que no han sido suficientemente visitados por la sociología posterior: *De incas imperiales a campesinos indígenas. Notas sobre el problema nacional indígena y El Estado Oligárquico: un ensayo de interpretación. En ambos apunta a lo histórico estructural. El primero, trata de la formación de la nación en el Perú, tocando su tema central: el problema nacional indígena. Saca las consecuencias de la conquista y de la derrota del movimiento nacional indígena del siglo XVIII, cuyo punto más alto es el levantamiento de Túpac Amaru II, que convierte a este en campesinado pobre en condiciones de servidumbre. Lo hace, además, con una propuesta audaz en su momento (1979), cuando aún el problema se veía de reojo, y audaz también hoy cuando los que tratan el tema soslayan dos aspectos, la nación peruana como objetivo y la fusión de los contingentes indígena y criollo-mestizo para lograrla. Encuentro de zorros, le decía Arguedas.

En el segundo, señala las bases de la dominación económica y social sobre las que se construye la primera forma de centralización estatal en la república que es el Estado Oligárquico. Al mismo tiempo, Sinesio desarrolla la forma como funcionaba este aparato político con relación al resto de la sociedad, su racismo abierto y su carácter excluyente, que dan paso al movimiento anti-oligárquico de la década de 1920 en adelante. Racismo y exclusión harán imposible cualquier proyecto de dirección política de este orden estatal y dejan la dominación simple y llana como el recurso fundamental. Por ello, el Estado Oligárquico hereda y concentra la violencia política de las primeras décadas de la república y una vez que pierde su vigencia con la crisis de principios de la década de 1930, la proyecta sobre el conjunto de la sociedad. Con esta reflexión, López presenta en las ciencias sociales del Perú la obra de Antonio Gramsci y su teoría de la hegemonía, señalando con amplitud por qué se desarrolla, en este caso, dominación, pero no dirección. No será sino hasta cincuenta años más tarde, cuando Francisco Durand en 2019 publica su ensayo teórico sobre la captura del Estado, que se replican y desarrollan las bases conceptuales que estableciera tempranamente Sinesio López.

De ambos textos podemos concluir que Sinesio es un sociólogo de bisturí en el análisis de las grandes estructuras. Sus caracterizaciones macro son especialmente finas, a pesar de decirlas en pocas palabras y por eso iluminan una tradición. Se le podría haber pedido que escribiera no sólo estos artículos seminales sino un mayor desarrollo de los múltiples tópicos que trata en estas entregas iniciales, pero para ello habrá que esperar al texto, ya citado, Ciudadanos reales e imaginarios. El caso es que con estas dos contribuciones establece su preocupación por lo grande y los tiempos largos.

En el orden cronológico y de importancia que establezco, continúa su texto Una modernización frustrada (1930-1991), de una formidable fuerza explicativa para entender el Perú contemporáneo. Allí, señala la contradicción modernización-democratización, como la clave para entender la política peruana de, por lo menos, el último siglo, una contradicción no superada y que podemos decir nos lleva hasta la actualidad. En el análisis señala la importancia del tipo de modernización, frustrada en nuestro caso, para entender las características de la exclusión social reinante y como ella se convierte en causa de la violencia social latente y muchas veces actuante.

Asimismo, plantea el tema de la democratización, en sus dos dimensiones, social y política y la cuestión crucial de las incursiones democratizadoras. El concepto democratización, alude a nivel social al reconocimiento del otro como igual, y a nivel político a la ampliación de mecanismos de participación y representación de la ciudadanía en el poder. Su contenido, entonces, en el análisis de la lucha anti-oligárquica y de la construcción del régimen democrático se torna fundamental. El concepto es usado en la sociología latinoamericana por Germani (1965), Weffort (1973) y Zavaleta (2013); y lo trae con especial pertinencia a la discusión sobre populismo Carlos Vilas (1995).5 Sin embargo, no es creación latinoamericana, la mayor parte de los autores lo refieren a Karl Mannheim (1940),6 explicando justamente el tema de la democratización en Europa. Pero la operación argumental no queda en este primer paso, sino que continúa con la idea, central en su sociología política, de incursiones democratizadoras. Es decir, de los movimientos sociales y políticos que se nutrieron de las clases medias y populares a lo largo del siglo XX, con el objetivo de abrir brecha en el orden oligárquico primero y en los regímenes de transacción posteriores para conseguir derechos, civiles, políticos y eventualmente sociales y construir ciudadanía. Estas incursiones tuvieron desigual éxito, pero fueron la forma en que se plasmó la democratización y la ciudadanía.

En su argumentación la democratización es similar a lo que Giddens,7 al tratar de solucionar el dilema teórico del conflicto entre estructura y agente, denomina estructuración. La democratización es entonces para Sinesio López, cómo la estructura, que domina los dos primeros artículos comentados, se desenvuelve para conectarse con los agentes; movimientos sociales, partidos, personalidades, etc. Democratización es la acción de democratizar que llevan adelante, bajo diferentes formas, los seres humanos concretos y reales. De esta manera, es que se conectan en el análisis la estructura y los agentes. En estos tres primeros textos el cuestionamiento del poder de las élites, tanto histórico como actual, es muy claro y procede con una contundencia que vamos a extrañar en el análisis contemporáneo de la política en las primeras décadas del siglo XXI.

Incluye también este libro varios artículos sobre los actores, principalmente sobre los partidos políticos y la caracterización de la acción política en la relación entre estado y sociedad; los actores destacan como identidades, programas y formas: clasismo, populismo, neopopulismo, patrimonialismo. Entre estos textos sobresalen Partidos políticos, estado y democracia en el Perú y Los cambiantes rostros políticos del pueblo en el Perú del siglo XX. Sin embargo, se trata más de artículos sobre el proceso político y la conducta de los actores que sobre una caracterización de los partidos o los movimientos sociales mismos, de allí que queden más ligados a la coyuntura, sobre todo de la década de 1980, que a una teorización sobre los actores políticos en la escena peruana. Incluso arriesga sobre lo que es quizás más difícil, el análisis de la contingencia, en su texto ¡Y va a caer!...Los gobernantes del 80. Entre la miel y la hiel, un análisis de lo que no quisimos y de lo que hubiéramos querido tener como gobierno.

Por último, busca cerrar el libro con un texto titulado La reinvención de la historia desde abajo, que recapitula la más importante producción de fin del siglo XX sobre la política como práctica de las mayorías populares. Efectivamente, en la época se da un giro en la investigación académica y la reflexión intelectual sobre el tema, que luego ha sido parcialmente abandonado, pero que marca una orientación para el análisis, especialmente desde la sociología política. Sin embargo, el texto, más que una conclusión es una recopilación de los aportes, necesario para el conocimiento general, pero insuficiente para el conjunto de la reflexión que desarrolla Sinesio López en el conjunto del libro. Se extraña en el texto un mayor detalle sobre lo que piensa el propio autor respecto a lo que dicen analistas claves como Carlos Iván Degregori8 o Carlos Franco9 sobre esta reinvención. Digo esto porque quizás en este tema, donde más se esperaba que cambiara el análisis político en el Perú, los planteamientos, más allá del importante aporte que significaron en su momento, las ideas del protagonismo popular y la construcción política desde abajo, no marcaron un camino irreversible para la sociología política en el Perú.

Pero ¿qué queda de la obra de López, en esta primera etapa que plasma en el Dios mortal, respecto al planteamiento de la sociología política? Creo que desenvuelve las estructuras, con el desarrollo del concepto de democratización que opone dialécticamente, afirmando y negando, a la modernización frustrada que hemos tenido. Esta es la piedra de toque de su aporte. Al hacerlo llega a dónde no habían llegado sus maestros. Sin embargo, como un alumno rebelde creo que en sus textos sobre actores no se llega a observar con claridad, en la clave de Terry Lynn Karl,10 la marca de las estructuras. Tarea difícil, ciertamente, pero que todavía esperamos que Sinesio acometa con la terquedad que le conocemos.

Footnotes

  1. Una versión de este texto fue publicado originalmente como prólogo a la segunda edición de El Dios mortal. Estado, sociedad y política en el Perú del siglo XX. Lluvia editores editores y Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, 2024.

  2. López, S. (1997). Ciudadanos reales e imaginarios. Concepciones, Desarrollo y mapas de ciudadanía en el Perú. Lima: Instituto de Diálogo y Propuestas.

  3. Schmitter, P. y Blecher, M. 2022. Politics as a Science. A Prolegomenon. Routledge.

  4. Quijano, A. (2014) Cuestiones y Horizontes. Antología esencial. De la dependenecia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder. Selección y prólogo a cargo de Danilp Assís Clímaco. Buenos Aires: CLACSO.

  5. Ver: Germani, G. (1965). Política y sociedad en una época de transición. Buenos Aires: Paidós; Weffort, F. (1973). Clases populares y desarrollo social. En: Populismo, marginalización y dependencia. Francisco Weffort y Aníbal Quijano. Costa Rica: EDUCA; Vilas, C. (1995). Estudio Preliminar. El populismo o la democratización fundamental de América Latina. La democratización fundamental de América Latina. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Zavaleta, R. (2013) Obra completa. Tomo II: ensayos 1975-1984. La Paz: Plural editores.

  6. Mannheim, K. (1940). Man and society in the age of crisis. New York: Routledge and Kegan Paul.

  7. Giddens, A. (1984). The Constitution of Society. Berkeley and Los Angeles: University of California Press.

  8. Degregori, C. (2013). “Del mito del Inkarri al mito del progreso. Poblaciones andinas, cultura e identidad nacional”. En: Del Mito del Inkarri al mito del progreso. Migración y cambios culturales. Obras escogidas III. ( págs. 217-227). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

  9. Franco, C.(1991). “Exploraciones en “otra modernidad”: de la migración a la plebe urbana”. En: La otra modernidad: imágenes de la sociedad peruana. Lima: CEDEP.

  10. Karl, T. (1996). “Dilemmas of democratization in Latin America”. En: Democracy in Latina America. Patterns and cycles. Edited by Roderic Ai Camp. Jaguar Books on Latin America. Number 10. Wilmington: Scholarly Sources.

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