Hima-Sumac, gesta y memoria
Sobre la reedición de una pieza teatral de Clorinda Matto
La primera vez que leí Hima-Sumac fue entre 1991 y 1992 en la sala de Investigaciones de la Biblioteca Nacional del Perú. La leí en su versión original de 1892, editada por La Equitativa, imprenta fundada por Clorinda Matto de Turner. 1 Hoy, tener en mis manos la cuidada edición publicada por Luz Vargas y Luis Naters 2 me conmueve y me remonta a aquella época en la que no había mayores registros sobre la producción intelectual de las mujeres. Hoy, es un tiempo otro: se aprecia un mayor interés en escuchar y comprender la postura de un conjunto de mujeres ajenas a la historia oficial. Esta disposición de escuchar, de ver lo considerado invisible y desechable para los grupos de poder, fue notable en Matto de Turner.
Hima-Sumac es un drama histórico en prosa, escrito en tres actos, que fue publicado en un contexto trágico para el país después de la guerra con Chile. Se estrenó en Arequipa el 16 de octubre de 1884 y en Lima el 27 de abril de 1888. Ambientado en la colonia, tiene como protagonistas a Gonzalo de Espinar, español de origen y a Hima Sumac, de origen Inca. Espinar seduce a la joven con el fin de conocer el lugar donde está escondido el tesoro de los Incas. Hima Sumac recuerda las recomendaciones de su madre —que desconfíe de los “blancos” porque ellos “traicionan la amistad y roban la honra de las mujeres”(1892:9)— pero más puede el amor y ella responde a los requerimientos de su seductor. Tupac Amaru, que está por enfrentarse a los opresores de la patria, ama a la joven. Kis Kis atento a todo, descubre el engaño de Espinar y lo elimina. Hima Sumac vive el conflicto de amar a Gonzalo, el juramento a su padre, las recomendaciones de su madre, la confianza en Gonzalo de Espinar y la lealtad a su pueblo. Finalmente, al darse cuenta de los hechos, con coraje y valentía prefiere la muerte antes de traicionar a los suyos.
Yanañahui, padre de Hima Sumac, es un cacique fuerte, honesto y valiente, que resiste la opresión y guarda la memoria de su pueblo: “ellos han talado nuestros campos, han mutilado los miembros de los cadáveres sacrificados en aras de su codicia; ríos de sangre han inundado nuestras campiñas desde el sacrificio de Atahualpa … han profanado nuestros templos, han profanado nuestras mujeres.” (1892:33). Kis Kis, abnegado y leal, aspira la libertad de la patria de manera semejante a Tupac Amaru, que es capaz de dar la vida por ella y por su amada Hima Sumac. Para ambos “la patria es el amor de nuestros amores”. La mujer amada guarda un símil con la patria esquilmada y violentada. La revolución de Tupac Amaru fracasa. Hima Sumac, Yanañahui y Kis kis son tomados prisioneros y torturados, a ninguno le logran arrancar una sola palabra acerca del tesoro de los Incas.
En cambio los personajes españoles, todos hombres, como Gonzalo de Espinar, Carlos, intendente del Cusco; Luis, su secretario; Felix, su plumario, son codiciosos, falsos, astutos y traidores. Para Espinar, la sorprendente belleza y la “pureza del alma” que encuentra en la nobleza americana la hace presa fácil de embaucar: “está escrito que desde el paraíso la inocencia ha sido víctima de la astucia” (Matto; 2020: 14) afirma.
Uno de los objetivos de Clorinda Matto, así lo sostiene en la introducción, fue contagiar el patriotismo. Sentía que los que realmente amaban y daban su trabajo y la vida por la patria eran los “naturales” (uso el concepto empleado por ella). Sin ellos no habría patria ni raíces.
En una época en que se negaba la capacidad de acción histórica de los pueblos no europeos, por considerarlos bárbaros, salvajes y, por lo tanto prehistóricos, el pensamiento de Clorinda Matto de Turner, defendía el sentido de patria asociada a la reconstrucción y recuperación de la memoria desde la visión de las mujeres e indígenas. En Hima-Sumac intenta recrear la gesta de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, que permanecía latente en el imaginario. En el drama, Túpac Amaru e Hima Sumac representan el sacrificio y la lucha por la auténtica liberación que la república no ofrecía.
La guerra con Chile despertó sentimientos patrióticos y dio cuenta de la lacra social y política de las castas dominantes. Matto de Turner se encontraba en Tinta e inmediatamente se encargó de hacer una colecta en Canchis. Logró remitir al presidente de la junta de donativos y obispo del Cusco, Pedro José Ordóñez, la suma de S/.122, una onza de pepitas de oro y una tarjeta de oro que fue premio suyo. Realizó diversas actividades para proveer de vestuario y equipo al Batallón Libres del Cusco.3 Justo, en aquella época, escribe la tradición Ccata Hueqque,4 en la que un indio bañado en llanto anuncia a sus hermanos la traición de Pizarro, vinculando mediante esta narración, en el contexto de la guerra con Chile, el sentir patriótico con el de los indígenas ante la traición de Pizarro en Cajamarca. De manera semejante ocurre con el drama Hima-Sumac, con un detalle más: Matto se interesó en recrear personajes femeninos como actoras y protagonistas vitales, con conflictos evidentes, pero capaces de remontar y afrontar la violencia colonial, emocional y patriarcal.
Vale precisar que Ccata Hueqque, expresión quechua, es una “exclamación inimitable, profunda, capaz de partir el alma (…) y encierra una maldición con furia a quien la provoca” (Matto; 1976:176). Con esta palabra juraron la guerra sin cuartel a los victimarios de Atahualpa. Además fue el nombre de una cueva situada a media hora de Tinta. Clorinda Matto frecuentó este lugar y en esa soledad leía a Garcilaso y a Prescott. Matto se nutre de la memoria oral y se interesa en las fuentes escritas. Lee los Anales del Cusco de Diego de Esquivel y Navia, las crónicas de Blas Valera y del Inca Garcilaso de La Vega, lee a Mendiburu y Quintana.5
La presencia del harahui constituye el legado cultural quechua. Lo conocemos a través de la Nueva corónica y buen gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala y está presente en el drama Ollantay. Del harahui, proviene el yaraví, presente también en las Tradiciones Cusqueñas de Matto de Turner. Estos géneros interpretados con la quena y más tarde con la guitarra y el violín, constituyeron vehículos de la memoria. La quena acompañaba la palabra y la historia oral. Las Tres Hermanas, tradición cusqueña de Clorinda Matto, da cuenta de la importancia de la oralidad en sus obras. En esta tradición, un trovador “natural” de Cusco cuenta los acontecimientos ocurridos acompañado de su quena a ritmo de yaraví. Guamán Poma de Ayala y el Inca Garcilaso de la Vega sostuvieron que el harawi expresaba una honda tristeza individual y colectiva.
Por cierto, la presencia de la Naturaleza - Allpa Mama, término quechua empleado por Clorinda Matto, es símbolo de su vitalidad como guardiana-madre del tesoro de los Incas, un tesoro que se custodia en el útero materno.
A más de 130 años de la primera edición de Hima-Sumac, han surgido una pluralidad de voces de mujeres que se apropian de la palabra escrita a partir de epistemes otros, distintos a la racionalidad del cálculo y la muerte. Sobre todo son hijas de migrantes y de los pueblos originarios que se auto-representan mediante las lenguas madres que fueron ninguneadas, o mediante un español quechuizado, aymarizado o interferido por las lenguas de la Amazonía. Esta pluralidad de voces tiene capacidad de dialogar, de escuchar y convivir en la diferencia, que no es lo mismo que desigualdad, a partir de la autogestión en comunidad. En este proceso, el drama histórico Hima-Sumac y el sentido en el que surgió, forma parte de la memoria teatral, histórica, genealógica e intelectual producida por mujeres en el Perú.
Footnotes
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Matto de Turner, Clorinda. (1892). Hima-Sumac. Lima, La Equitativa. ↩
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Matto de Turner, Clorinda. (2022). Hima-Sumac Drama en tres actos y en prosa. Edición crítica de Luz Vargas y Luis Naters. Lima, Púrpura y púrpura. ↩
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Ortiz Fernández, Carolina (1993). Clorinda Matto de Turner. La censura y la fe. Modernidad, etnicidad y género, tesis para optar a la licenciatura, Lima, Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM. ↩
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Matto de Turner, Clorinda. (1976) Tradiciones Cusqueñas Completas, Estuardo Núñez (Comp.), Lima, Peisa. ↩
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Ortiz Fernández, Carolina (1993). Op. cit. ↩