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Cultura

¿En qué momento jodió el rock a Velasco?

¿En qué momento jodió el rock a Velasco?
Diario “Última hora” 15.12. 1969. Gracias a Archivo Sótano Beat

Uno de los temas que siempre causa debate cuando se repasa la historia del rock hecho en el Perú, es la relación que tuvo el Gobierno de Juan Velasco Alvarado con este género, y sus representantes locales. Es probable que ello nunca se agote. El principal protagonista tendría que ser entrevistado y eso ya no es posible. Lo que sí se puede es acudir a colegas autores que se han referido al tema en libros dedicados a la apasionante historia local de una música que nos hemos apropiado -como antes ocurrió con el vals- y que se ha arraigado fuerte en nuestro medio. Nuestro rock.

El primer autor que trató el tema en un libro sobre rock es el filósofo y ex “gritante” de bandas de rock subterráneo Pedro Cornejo. En la reedición de su libro “Alta Tensión. Breve historia del rock en el Perú” (Contracultura, 2018) escribe su visión final sobre el particular:

"Uno de los elementos centrales de la dictadura de Velasco fue su discurso ‘nacionalista’ y ‘antiimperialista’ que, en la práctica, se tradujo en un enfrentamiento con las políticas implementadas hasta ese momento por los Estados Unidos en América Latina y en un rechazo de la penetración cultural ‘yanqui’.

Desde esa perspectiva, el rock era un foco de ‘alienación’ juvenil que era necesario combatir. Y el gobierno militar lo hizo pero no de una manera violenta… Por un lado, los medios masivos de comunicación fueron confiscados y, en consecuencia, dejaron de ser una ventana para el rock local. Por otro lado, la importación de equipos e instrumentos se volvió virtualmente imposible. Por último, y como resultado de su política de no alineamiento, el Perú quedaba fuera del eje anglosajón lo cual para el rock peruano significaba quedar aislado de su conexión con la escena internacional.

Sería inexacto, sin embargo, explicar el declive del rock peruano únicamente por el acoso de la dictadura militar. No hay que olvidar que en otros países -Argentina, por ejemplo- el rock enfrentó procesos autoritarios más duros y no sólo sobrevivió sino que alcanzó una cohesión aún mayor. Hubo, pues, otros factores. Entre ellos habría que considerar, tal vez, el hecho de que el rock peruano era, ante todo, una forma de entretenimiento, tanto para quienes lo hacían (los músicos) como para quienes lo escuchaban (el público), y no un medio de expresión, una forma de vida o una fuente de valores alternativos a los que ofrecía la sociedad. Seguramente había quienes lo asumían de esta segunda manera pero constituían un segmento minoritario dentro del circuito de músicos y oyentes. Al respecto, es revelador observar que la mayoría de músicos peruanos de los sesentas concebían al rock como un hobby o como un entretenimiento pasajero que debía ser dejado de lado cuando ya fueran adultos… Por ello, no es sorprendente que la mayoría de músicos de rock en actividad a principios de los setenta se hayan ido del país o se hayan dedicado a otra cosa cuando las condiciones existentes dejaron de ser propicias"

Hugo Lévano, uno de los más acuciosos investigadores de nuestras músicas contemporáneas de origen anglo, editor del libro “Sótano Beat. Días felices” (Contracultura, 2012), ha hecho un interesante y extenso informe sobre el tema para la revista “Urbanoide” (2018), donde responde a las preguntas recurrentes cuando se habla del rock en la época del gobierno velasquista. Revisemos algunas:

“¿Velasco prohibió las matinales?

No, no se conoce ningún decreto de la dictadura que haya afectado directamente a las matinales, esas presentaciones musicales dirigidas al público adolescente brindadas por artistas de rock, nueva-ola y tropical, en los cines de Lima...

¿Se prohibió el rock en las radios? ¿Se desalentó a los grupos?

... se apoyó a los músicos locales con la Ley de Comunicaciones (1971), que estableció que un importante porcentaje de la programación hertziana tenía que ser producida en el país. La ordenanza animó, indirectamente, a los sellos a fichar y grabar artistas nacionales de todos los géneros, incluido el rock. Así, en 1972 se vivió un aumento de la producción de discos de 45 y 33 RPM, entre los cuales están los LP de los nacionales Pax, Traffic Sound, El Polen, We All Together, Los Belking’s, Tarkus y El Álamo...

¿Se prohibió la importación de instrumentos eléctricos y equipos de música?

En 1969 se promulgó la ley que prohibió la importación de artículos de lujo… probablemente sí incluyó a instrumentos y equipos de música de gama alta. Sin embargo, no provocó un desabastecimiento dramático, ya que los de gama media fueron periódicamente ofertados por los medios… Vista en retrospectiva, la restricción incentivó la aparición de lutieres nacionales, cuyas guitarras, bajos y órganos eléctricos, a precios populares, los colocaron al alcance de los jóvenes de Lima y las demás regiones, viviéndose en todo el país un evidente aumento de los grupos eléctricos de rock y cumbia

¿La inestabilidad política afectó la producción de discos y la vida artística?

Testimonios de estos contratiempos los encontramos en la historia de la producción del LP Lux (Sono Radio, 1972), de Traffic Sound: ‘Su salida al mercado se vio entorpecida por problemas sindicales en la casa discográfica, lo que a la larga causó la desaparición de los masters

En conclusión, a fines de los años 60 el rock hecho por peruanos pasó de ser una manera de experimentar ser joven a ser una incipiente industria, en tiempos convulsionados. Creo que si hubiera tenido la cohesión de un movimiento o los músicos rockeros hubieran estado organizados, por ejemplo, con un sindicato, hubieran hecho frente a la situación de otra manera. El gobierno militar no tenía una posición firme sobre el tema, lo que explica por ejemplo el funcionamiento de una radio como Atalaya que básicamente estaba dedicada a emitir los éxitos del ranking norteamericano Billboard. Ni qué decir de la actuación de Gerardo Manuel -considerado prócer de nuestro rock- y amigos en una fiesta del mismísimo Juan Velasco, o su presencia en el concierto de la banda canadiense Marshmallow Soup Group en la inauguración de la Feria Internacional del Pacífico del año 1969. Esta historia le sobrevive al general que se hizo presidente.

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