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Kauneus (la belleza) de Roxana Crisólogo

Kauneus (la belleza) de Roxana Crisólogo
Víctor Mendivil | La Plebe

Kauneus (la belleza) (Intermezzo Tropical, 2021) de Roxana Crisólogo (Lima, 1966) es el quinto libro de poesía de una de las más importantes poetas peruanas; residente, además, desde hace dos décadas en Finlandia. Abajo, sobre el cielo (1999), Animal del camino (2001), Ludy D (2006) y Trenes (2019) la han posicionado a nivel internacional entre las destacadas voces hispanoamericanas, lo que se demuestra en sus publicaciones internacionales y su participación activa en distintos eventos.

Sobre su propuesta poética, la poeta y narradora Carmen Ollé ha escrito 1 que “Roxana Crisólogo refleja en sus poemas rítmicos una cultura mixta híbrida, donde lo culto y lo popular no necesitan diferenciarse neuróticamente, como pretende la alta cultura”. Este es uno de los rasgos más resaltantes que está muy presente en su visión global del mundo postmoderno al que corresponde Crisólogo generacionalmente. Ollé dice algo más que nos acerca a esta nueva publicación, pues ya es parte del sello personal de la autora: “El arte en esta nueva poesía no tiene paradigmas referenciales legítimos, busca por el contrario su esencia en la multiplicidad.” Por su parte, el poeta y crítico José Carlos Yrigoyen, escribió sobre Trenes, el poemario anterior, algo que está aún más profundamente poetizado en Kauneus “Ese viaje geográfico y mental que se reparte entre el San Juan de Miraflores de los ochenta y el descubrimiento del mundo europeo conoce en estos poemas nuevas estaciones de partida y una perspectiva menos contemplativa y asombrada que la exhibida en Animal del camino2

Entonces, cultura mixta híbrida, la multiplicidad y el viaje cada vez más reflexivo, incluso ensayístico, son las marcas que podemos encontrar en esta nueva entrega de Crisólogo. El viaje, ahora, es la vía para que - mediante las visiones cuestionadoras de las ciudades, los discursos de ruptura o desestabilizadores, los encuentros con personajes “no occidentales”, y las imágenes literarias que expresan la hibridez y la multiplicidad – conduzca al lector, entre tensiones y distensiones de subjetividad, a aquello que (re)significa el título del libro: la belleza.

En los libros anteriores de Crisólogo se ha podido observar un original proceso de deconstrucción no solo del yo poético, sino de un mundo al cual cuestionar. Esos desplazamientos en trenes, en aviones, en caminatas, llenos de encuentros y desencuentros, que la poeta insertaba en su viaje interior, en la memoria del desierto de Lima, en el arenal marginal del hogar familiar, en el ser de un constructo de mujer que se autocuestiona, han llegado ahora a ciertos planteamientos o propuestas novedosas en este elaborado libro que por algo lleva este título provocador.

Y es en el tema central, el de la belleza, donde fijaré esta breve reseña o lectura. “Kauneus” significa “belleza” en finés, y es en esta visión multicultural, globalizada, de constantes desplazamientos, donde tendremos que entrar para entender qué es lo bello. José Luis Rico apunta lo siguiente: “Estambul, Kiev y Ramala, pasan volando, Lima y Helsinki se desdoblan llenos de enigmas. En su recorrido, la voz forcejea con y contra la belleza, ese canon que proscribe rostros. De la mano de la autora, navegamos en pos de un vínculo auténtico con nuestra propia imagen. Las tribulaciones de la infancia limeña, los recovecos del Báltico y del Mediterráneo se encarnan en un tono terrenal y emotivo.”3 Ese “vínculo auténtico” nos acerca a lo que dijera Ollé, líneas arriba, que la poesía de Crisólogo busca su esencia en la multiplicidad.

Hegel decía sobre el arte que “es el medio gracias al cual el hombre exterioriza lo que es”. Esa definición de lo que “es” es el conflicto siempre presente en la obra de Crisólogo que se resuelve en el presente libro. Y tiene que ver, principalmente, con ese diálogo entre madre e hija, y, desde allí, entre la voz de poeta mujer y un mundo que, al parecer, ha intensificado sus desplazamientos paradigmáticos: “Hija/ has decidido emprender un viaje más allá de la razón/ me has comunicado que desde la razón hasta allí/ son algo más de siete horas de viaje/ sin que medie lenguaje en común.”

Desde su antigua definición griega de “kalia” (bello), que entendía la belleza como el orden que posee dentro de sí un objeto, pero también algo que genera orden al exterior de sí mismo; y con las dos grandes interpretaciones de belleza de Platón y Aristóteles - para el primero la belleza está por encima del mundo sensible, reside en la idea y sólo desde ésta se puede entender; para el segundo, la belleza está dentro de la esencia de las cosas, pero se manifiesta en lo sensible (“es bello lo que es valioso por sí mismo y lo que a la vez nos agrada”), siendo un elemento trascendental que es captado por nuestra sensibilidad y es llevada a nuestro intelecto – el concepto de lo bello ha tenido muchísimas interpretaciones o búsquedas de definición.

La Plebe

Víctor Augusto Mendívil | La Plebe</em>

La poeta, al decir en sus versos “has decidido emprender un viaje más allá de la razón”, connota, y no solo en el poema sino en todo el libro, esa relación íntima de lo bello con la felicidad (que es el motivo de emprender el viaje), más allá de toda definición o racionalidad que limitan tanto el experimentar libremente, desprejuiciadamente, desjerarquizadamente lo bello, así como el saberlo comunicar, conservar o trasladarlo en poemas. Es decir, desde una mirada antikantiana de lo bello – jugando en plan filosófico -, la poesía busca la belleza como quien quiere llegar a lo que “es”; o sea, a la experiencia de la verdad (la belleza artística es verdadera porque es espíritu, decía Hegel). “Para mí, pensar en qué es bello tiene que estar relacionado con la felicidad. Por eso vuelvo mucho a esos recuerdos de niñez”, dice la poeta en una entrevista.4

Más adelante en la misma entrevista, la poeta dice sobre Kauneus: “estoy rescatando aquellos pasajes que considero hermosos, porque son parte de lo que somos nosotros. Crecí en un desierto, no había agua y sí muchas limitaciones, pero también me gustaba el paisaje, los pelícanos, lo gris. Hay que amar las cosas de uno tal y como son.” La felicidad como fundamento de la memoria en el desierto del origen, es lo que se busca experimentar con sus lacerantes heridas, contradicciones ideológicas y sinuosas estéticas, en estos viajes que contiene el libro.

“Le pregunté a la belleza si me podía invitar a su coctel/ Si son suficientes los arreglos que me hice en el rostro/ para no desaparecer en la blancura del flash”, nos dicen unos versos en esos gozosos e irónicamente falsos, también, hallazgos de la belleza, constatando la realidad con la verdad y la felicidad.

Decía que hay una profundidad en la mirada aguda de la poeta, pues, intratextual y estéticamente dialoga con las distintas disciplinas que abordan (desde el multiculturalismo) la literatura y el arte en general. La poesía hoy en día se erige desde su capacidad de ser un elemento de la crítica del pensamiento social, cultural, científico, antropológico, etcétera. De ahí, se puede inferir el estilo sumamente narrativo de la forma lírica, de hecho, como para cuestionar la propia subjetividad del discurso poético. Es decir, es un lenguaje poético que busca constantemente reafirmarse al constatar su verdad en la realidad. Y la única forma de hacerlo es dialogando con esa realidad múltiple y líquida (en la terminología de Zygmunt Bauman).

Para todo ello, para situar su “verdad”, la poeta tiene que situar constantemente el poema. No es un simple referente geográfico que nos contextúa en un ámbito social para entenderlo sociológicamente, sino que es para algo más allá, más allá de la “razón”; porque de lo que se trata en poesía, más allá de las inquisiciones que hicieron tantos filósofos como Nietzsche o como lo entendieron poetas como Baudelaire, es hurgar, trasladar, plasmar aquello que está en lo que llamamos: la belleza.

La poeta vuelve a sus recuerdos iniciales para fundamentar esas experiencias de lo bello; aquella belleza que no está en la superficie de un mundo maquillado o burocratizado o dividido en fronteras. “Kauneus es un viaje a mi niñez, que es San Juan de Miraflores, pero también es un viaje externo porque he estado en diferentes ciudades del mundo”, recalca Crisólogo en otra entrevista. Se colige entonces, que lo bello es lo que permite ser en el mundo, y la poesía es lo que permite que lo bello aflore de un mundo que se configura entre lo legal y lo ilegal. Finalmente, lo bello, así como la verdad, es un asunto también moral y ético, de justicia, de equidades, de democracias ante la tiranía de aquello que borra la verdad de su historia.

“Me pregunta si en Brasil/ está la belleza/ si alguna vez me he quedado sin voz por gritar gol/ si no hay pobreza porque donde hay tanta belleza/ no debería haber infelicidad”. He aquí el punto central de cuestionamiento de lo bello, y de lo que es este mundo en una posmodernidad que se define por lo bello y lo feliz.

Kauneus (la belleza)(Intermezzo Tropical, 2021)

Footnotes

  1. Ollé, Carmen. La belleza de Roxana Crisólogo. En: [Portal Lima en Escena, 25 de abril de 2021(https://limaenescena.pe/la-belleza-de-roxana-crisologo/)

  2. Yrigoyen, J.C. Trenes, de Roxana Crisólogo. El Comercio. 3 de febrero de 2020

  3. Rico, J.L. Kauneus (La belleza). En: roxanacrisologo.org | Mayo de 2021

  4. La poeta Roxana Crisólogo explora la migración en su poemario Kauneus (la belleza): "No hay un lugar perfecto". RPP, 5 de abril de 2021

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